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ESPIRITISMO: CIENCIA O FILOSOFÍA

Nacido de la observación de las manifestaciones espontaneas producidas por los espíritus, el espiritismo se ha convertido en un dominio de experimentación. De fenómenos espontáneos, hemos pasado a fenómenos provocados, es decir, reproducibles mediante personalidades sensibles llamadas médiums.

Pero el espiritismo moderno ha sido elaborado por Allan Kardec a partir de 1855 y promulgado en sus grandes líneas en una primera obra de 500 páginas, El Libro e los Espíritus (1857).


Allan Kardec, cuyo verdadero nombre es Hyppolite Léon Denizard Rivail, nació el 3 de octubre de 1804 en la ciudad de Lyon. Nada lo predestinaba al espiritismo, que descubrió muy tardíamente. Allan Kardec ejerció de pedagogo una gran parte de su vida. Sin embargo, son sus cualidades ligadas a su profesión que le llevaron a cruzarse en el sendero de lo sobrenatural.


Las “sesiones de evocación” se convierten para Hippolyte Rivail en una actividad regular, y en pasión devoradora y esencial. Durante una sesión espírita, un espíritu nombrado Zephir (instituido por su amigo como siendo su “ángel guardián”), inspirado por un médium famoso de la época, le hace una revelación importante:


“Vivíamos los dos juntos hace mucho tiempo en las Galias. Éramos amigos, tú eras druida y te llamabas entonces Allan Kardec”


A partir de ello, estudia y experimenta las comunicaciones con los difuntos, aplicando toda la disciplina que le caracteriza. Su objetivo es probar que existe una vida después de la muerte.


Muy pronto, ilustres contemporáneos lo convierten en su embajador, entre ellos, Víctor Hugo, quien durante una sesión espirita durante su exilio en la isla de Jersey, habría entrado en contacto con su hija Leopoldine, que murió ahogada en el Sena. También encontramos a Téophile Gautier y Arthur Conan Doyle entre las personas convencidas del buen fundamento de la práctica espírita.

En 1859, con 65 años, Allan Kardec muere brutalmente de una ruptura de aneurisma. Poco antes de su defunción anunció:


“Después de mi muerte, si vienes a verme, pon tu mano en la nuca de la estatua que sobresaldrá de mi tumba, luego pide un deseo. Si te responden, regresa con flores.”


Su tumba es un dolmen, homenajeando al Druida que fue en otra de sus vidas. En la base de la piedra superior del dolmen esta la siguiente frase: “Nacer, morir y renacer de nuevo... y progresar, esta es la ley”.


160 años después de la muerte del padre del espiritismo moderno, más de 20 millones de adeptos siguen practicando el espiritismo de Allan Kardec. Su herencia sigue fascinando.







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